"Ser inmoral es gastar dinero en aburrirse, ser moral es aburrirse gratis"



martes, 28 de septiembre de 2010

CURIOSIDADES, Muertes a lo largo de la historia








Carlos II el Malo, el rey que murio flambeado
El rey de Navarra Carlos II el Malo murió por culpa del alcohol sin probarlo. Muerto en 1.387 por causa del aguardiente jamás supo a que sabía porque no llegó a beberlo.

El caso es que Carlos II padecía de problemas físicos y recurrió a un prestigioso alquimista y médico de la época, el valenciano Arnau de Villanova. Villanova creía que el aguardiente tenía grandes propiedades para el mantenimiento de la juventud, la prevención de cólicos, curación de parálisis, fiebres y demás dolencias.

El rey tenía alguno de los males que el aguardiente curaba según Arnau de Villanova. Una vez en manos del doctor, para que el tratamiento hiciera el efecto más rápido posible, Arnau envolvió al monarca en unas sábanas impregnadas del licor, que se cosieron entre sí para que el contacto con el elixir curativo fuera más intenso y permanente.

Lo que no entraba en sus planes es que mientras cosían las todas las sábanas para que fueran una, cayó una de las luces con las que se alumbraban los criados prendiera las telas.

El rey Carlos paso a ser en ese momento de un cuerpo flambeado a tostado, muriendo sin enfermedades negro como un tizón.

Li Po , el poeta que murio por abrazar a la Luna


El poeta chino Li Po, conocido como el poeta inmortal, considerado como uno de los dos más grandes de la literatura china, también pasara a la historia por su intensa relación de amor con el alcohol. Muchos de sus grandes poemas fueron escritos mientras se encontraba bajo los efectos del licor.



En una de las noches que se encontraba borracho, decidió salir con su pequeño bote al río Yangt-ze, y se ahogó en él al intentar abrazar el reflejo de la luna en el agua

Los mas sanguinarios de la Historia : FERNADO ALVAREZ DE TOLEDO
Uno de los soldados profesionales más importantes de su época fue Fernando Álvarez de Toledo, comandante en jefe ejército de Carlos V.

Cuando llego al trono el sucesor de Carlos, Felipe II, decidió contar menos con Álvarez de Toledo. A pesar de ello decidió enviarle como emisario a Francia para negociar con Catalina de Médicis.

Con un política anti-protestante se cree que el Duque de Alba ayudó a sentar las bases para la matanza de protestantes franceses en el día de San Bartolomé en 1572.

En 1567, se le trato de expulsar de su posición como gobernador de los Países Bajos españoles tras el estallido de disturbios populares. Decidido a restablecer el orden rápidamente y de una manera feroz, el Duque, con 12.000 soldados, creo lo que comenzaría llamándose el Consejo de los Problemas y que en poco tiempo fue llamado el Consejo de la sangre. Este consejo declaró a miles de personas culpables de rebelión que fueron, desterrados, encarcelados o ejecutados. No distiguió entre clases sociales, asesinando a miembros de la nobleza también.

Después fue a Bruselas, donde 22 de los ciudadanos más importantes de la ciudad fueron decapitados. A estos le siguieron otros, docenas de masacres que según el Duque de Alba eran para acabar con la rebelión y que no se dieran más insurrecciones contra la corona española.


lOS MAS SANGUINARIOS DE LA HISTORIA: EL ANTIPAPA CLEMENTE II
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HACHAZOS CONTRA EL DUQUE DE MONMOUNTH

James Scott (Rotterdam, 1649 Londres, 1685), primer duque de Monmouth, era hijo ilegitimo del rey de Inglaterra Carlos II y de su amante Lucy Walter. Como hijo del rey que era trato ser proclamado heredero al trono, y para conseguirlo no dudo en buscar apoyo en el partido protestante. Pero el apoyo no fue el suficiente y se decidió que fuera Jacobo (hermano del rey) el sucesor de Carlos II.

A James, sin trono y metido en medio de una conspiración (Rye House) junto con los protestantes para llegar al asiento real, no le quedo más remedio que exiliarse a Holanda en 1683.

Al morir su padre (el rey) en 1685, volvió a Inglaterra para tratar de tomar el trono forzando una rebelión conocida como "Monmouth" pero fue derrotado en Sedgemoor, capturado y juzgado por rebeldía al rey.

La pena fue decapitarle, y en ese momento también se rebeló, el verdugo necesitó "sólo" cinco golpes de hacha para lograr separar la cabeza de su cuerpo.





Los cinco primeros suicidas de la historia

Marco Porcio Catón, "el Joven": Nace en el 95 a.d.e. y fue bisnieto de quién, con el mismo nombre, es considerado por la historia como el padre de la lengua latina de quién se dijo "Este repelente descendiente de esclavos, que necesita demostrar a cada minuto que es más romano que nadie y que será la causa de la destrucción de Cartago, dejará su infame semilla en su descendencia hasta su bisnieto Catón "el joven", otro loco desquiciado que, como su bisabuelo, traerá la ruina, pero no sobre Cartago, sino sobre la propia Roma".

Catón "el Joven", lucho contra Julio Cesar perdiendo en la defensa de Utica. Cuenta la historia que al saber que nada iba a impedir la derrota en la defensa de la ciudad Marco introdujo su espada en su pecho para salvar su honor. Y no siendo suficiente la herida producida por la espada, el mismo abrió esta con sus propias manos y desgarró sus entrañas.

Aníbal Barca (247 – 183 a.n.e.): Dicen los que saben que ya a los nueve años Aníbal acompañaba a su padre Amílcar al trabajo. El hecho es que como su padre era un General Cartagines, el niño jugaba en la mitad de un campo de combate. No es de extrañar que él mismo se convierta en uno de los más grandes Generales Cartaginenses de la historia. Su destreza fue tal que a él se debe el liderazgo de una de las campañas que más cerca estuvieron de derrotar al imperio romano.

No obstante, traiciones, deserciones y falta de aliados dieron al traste con todo permitiéndole al "Africano" recuperar terreno para Roma y obligando a Aníbal, tras su derrota en Zama, a buscar la protección de Antíoco III con quién trata de atacar de nuevo a Roma con igual desenlace, por lo que el General huye a Bitinia y se acoge a la protección de Prusias. "Sin embargo, Roma consigue descubrir el destino de su mortal enemigo, y envía una embajada, de la que forma parte Flaminio, para solicitar de Prusias la entrega de Aníbal. Temeroso de la reacción que pudiera causar en Roma una negativa, pero sin querer faltar al deber de la hospitalidad, Prusias accede pero diciéndoles a los embajadores que procedan ellos mismos a su captura, ya que no les será difícil encontrar su morada. Hecho ésto, los embajadores rodean con soldados todas las salidas del castillo. Aníbal, enterado de que no había escapatoria, toma un veneno que siempre llevaba en su anillo y pronuncia sus últimas y célebres palabras Libremos a Roma de sus inquietudes, ya que no sabe esperar la muerte de un anciano."

Demóstenes (384 – 322 a.n.e.): Político que se suicido como rechazo a un regimen que toda la vida combatió. Con el término Filípicas se agruparon todos los discursos que escribió contra la política del rey Filipo de Macedonia, con quien se enfrento.

En el 323 Antípatro sofoca su intento de rebelión y le condena a muerte. Huye entonces derrotado a la Isla de Calauria con la sensación de no haber podido cambiar el mundo. El 12 de octubre del 322 decidió envenenarse en el templo de Poseidón.

Safo (600? – 540? Aprox a.n.e.): Poco se sabe de la "musa mortal entre las inmortales musas" como la nombran en la Antología Palatina, tan sólo lo que de ella cuentan, y aquello que cuentan parece ser que no resulta del todo cierto, por ejemplo su homosexualidad y su salto al vacío para morir en el mar al no ser correspondida por Faón.

Periandro: No sólo es el número uno por cronología, los datos indican que posiblemente murio en el 585 a.n.e. De él se dice que siendo rey de Corinto fue el primero en la historia que se rodeo de hombres armados, guardaespaldas, debido a que tenía muchos enemigos. De hecho su hijo Licofón fue asesinado como medida preventiva para evitar la continuación de la saga maldita que había empezado su padre.

Periandro no sólo quería suicidarse sino que, además, quería evitar que su cuerpo fuera encontrado y para ello:

Escogió un lugar apartado del bosque y mandó a dos jóvenes que lo siguieran. A una señal suya los hombres se avalanzarían sobre él, le darían muerte y le enterrarían allí mismo. Cuatro hombres tenían que matar a los dos anteriores y enterrarlos un poco más lejos, un nuevo grupo mataría a estos cuatro y los enterraría aún más lejos, de tal forma resultaría imposible identificar la ubicación del cadáver.

Y así fue su suicido.








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