"Ser inmoral es gastar dinero en aburrirse, ser moral es aburrirse gratis"



lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Cuál Jesús?

(La Búsqueda del Jesús Histórico)

Un Jesús a la carta. Eso es lo que parecen ofrecer los escritores populares de hoy.
Se han hecho famosas las historias, "biografías" y novelas históricas de Jesús, al estilo de la afamada serie del escritor español J. J. Benítez, "Caballo de Troya". Aunque no existe coincidencia exacta en el retrato que los autores de estas obras hacen de Jesús de Nazaret, sí existe un denominador común: Todos se apartan del Jesús "tradicional", legado de la religión cristiana.

Aunque a veces más que retratos parecen caricaturas, estas nuevas visiones del Galileo pretenden librarnos de la "visión distorsionada" de la Iglesia. ¿Nos hacen un favor o nos engañan? ¿Es posible distinguir entres los dos "Jesús"? ¿Corresponde el fundador del Cristianismo a uno de estos dos perfiles?

En este artículo, el primero de cuatro, el autor nos acerca a las evidencias y a los procedimientos que nos pueden aclarar tan importante dilema. Sin entrar en disquisiciones teológicas o en complicados argumentos, este artículo nos ayuda a considerar las bases históricas sobre Jesús y nos facilita el entendimiento necesario para decidir sobre Aquél que dijo de sí mismo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida...


Introducción

¿Teología? ¡A mí no me interesa la teología!

La relevancia para el cristianismo


Las tres "búsquedas"


Introducción Ir arriba
—¿A cual Jesucristo te refieres?, preguntó Alberto.
—¿Cómo que a cuál Jesús? ¡Sólo hay un Jesús!— ripostó Cristian indignado.
—Eso será para ti— dijo Alberto con sarcasmo. La realidad es que hay muchos "Jesús". Cada grupo tiene el suyo propio y lo amolda a sus propias creencias o ideologías. ¿Un Jesús de amor? ¿Un Jesús revolucionario? ¿El que en los evangelios bendice a los niños o el que echa a los mercaderes del templo? ¿El Jesús político? ¿El Jesús de las masas? ¿El Jesús de la religión cristiana? ¿El Jesús de los Evangelios o el de San Pablo? ¿El de la Iglesia Católica o el de J. J. Benítez? ¿El de la fe o el de la historia...? ¿Deseas que siga...?


Este diálogo tan común respecto a la visión actual sobre Jesús de Nazaret nos indica que hay tantas versiones del personaje histórico como religiones o ideas.

Aunque no siempre nos demos cuenta, las visiones populares sobre el fundador del Cristianismo son el resultado de las opiniones de los "expertos". Éstas eventualmente llegan al público general. Por eso, diálogos como el de arriba se hacen cada vez más frecuentes entre los no-teólogos, e incluso entre las personas ajenas a cualquier tipo de religión. ¿Qué está pasando?


¿Teología? ¡A mí no me interesa la teología! Ir arriba
Pocas veces los comentarios de los teólogos interesan al público. Quizás por eso han tomado a muchos por sorpresa las noticias que en recientes años han sido publicadas relacionadas a la persona de Jesús de Nazaret. Revistas y periódicos seculares, entre ellos la afamada TIMES, han dedicado considerable espacio al tema. ¿Qué ha pasado? ¿Desde cuándo es Jesús noticia? Y, además. ¿Qué importa?

Varios factores son importantes para entender este fenómeno. Primero, la fuente de las noticias. Un grupo de teólogos, conocido como el "Seminario de Jesús" ("Jesús Seminar" en inglés), ha trabajado en años recientes en torno al tema de la fiabilidad de los documentos del Nuevo Testamento y el testimonio que estos pueden dar sobre la historicidad de Jesús. (De ahí la frase por la que se conoce también a este movimiento teológico: "la búsqueda del Jesús histórico").

Segundo, lo radical de las conclusiones. Las conclusiones anunciadas por el "Seminario de Jesús", tanto a través de libros publicados por sus miembros como en sus declaraciones a la prensa, indican una clara tendencia a alejarse de lo que por siglos ha sido la enseñanza cristiana sobre Jesús. Las conclusiones de este grupo presentan a Jesús como un judío común y corriente, con visos de filósofo y con una clara agenda política, a quien sus posteriores seguidores exaltaron a la posición de Salvador y Dios. Para ellos el "Jesús histórico" es diferente al "Jesús de la fe" (en el que los cristianos creen).

Tercero, la extensión de su impacto. Se ha logrado captar la atención y la aprobación del público general. Los resultados de la búsqueda del "Jesús histórico" han influenciado a muchos. Un sector importante de la sociedad moderna ha recibido a este "Jesús" con los brazos abiertos. En una sociedad claramente identificada como pluralista, un Mesías genérico ha caído como anillo al dedo.

Pero, ¿qué importa? Esto es más importante de lo que a primera vista parece. ¡Créame!



La relevancia para el cristianismo. Ir arriba
La persona de Jesús de Nazaret es central al cristianismo. Si se socava la historicidad de Jesucristo, al cristianismo sólo le quedan dos opciones: defender su postura tradicional en el terreno de la erudición bíblica o reinterpretar la enseñanza tradicional para acomodarla a las nuevas tendencia.

Muchos han optado por la segunda postura negando que Jesús fuera el Hijo de Dios, el Mesías, el Salvador. Estas personan no creen que Jesús naciera de una virgen, que hiciera milagros o que resucitara de entre los muertos. Para ellos Jesús se convierte entonces en otro más entre los fundadores de religión y deja de ser el único camino a Dios, como enseñan los Evangelios y la Iglesia Cristiana, y el cristianismo es tan sólo una alternativa entre muchas: Una religión más.



¿Cómo llegamos a esto?:
Las tres "búsquedas del Jesús histórico." Ir arriba
La Reforma Protestante del Siglo XVI abrió una inesperada Caja de Pandora cuando afirmó el sacerdocio de todos los creyentes y la capacidad de cada cristiano para leer e interpretar las Escrituras. Súbitamente el pueblo tuvo acceso a la Biblia traducida en su propia lengua. La Palabra de Dios se puso al alcance de todos para ser interpretada por todos.

A esto se unió en siglos subsiguientes la Modernidad, una época donde la razón reinó y donde todo estaba sujeto al examen más riguroso del intelecto. Todos los asuntos de la fe y de la religión se convirtieron en blanco de los estudiosos. El "método crítico" del estudio aplicado a la Biblia (siglos XVIII, XIX y XX) fue el resultado inevitable. Las Escrituras se convirtieron en otro texto a ser examinado y diseccionado. El texto bíblico fue escudriñado de otro modo y visto con nuevos ojos. En la Alemania de mediados del siglo XIX la Escuela de Tubingen fue un reflejo de esta tendencia, y el liberalismo teológico de los tiempos actuales es el resultado final de este proceso.

Las "búsquedas" del Jesús histórico se enmarcan en este enfoque. A continuación incluyo una brevísima explicación de cada "búsqueda" y de sus más importantes características y protagonistas.

Primera búsqueda. Se da en el siglo XVIII. Se identifica a Reimarius como su originador (con una publicación póstuma) y contó con destacadas figuras como David Strauss. Éste hablaba de los Evangelios como documentos no-históricos en los que el elemento mítico predominaba. Este período concluyó con la influyente obra del conocido médico, explorador y teólogo Albert Schweitzer. Con su obra "La búsqueda del Jesús histórico" demostró que el resultado de esta búsqueda había sido un Jesús que se adaptaba claramente a las expectativas de cada investigador. Dicho de otra manera, cada investigador encontró al Jesús que quiso hallar. A la misma vez, este autor presentó a Jesús como un Mesías "desilusionado" con Dios al no cumplirse en su tiempo la intervención divina que él había anunciado.

Segunda búsqueda. La segunda corresponde al Siglo XIX y cuenta nuevamente con reconocidas figuras del mundo teológico de entonces, como la de Rudolph Bultmann y Karl Barth. Significativamente influenciada por el existencialismo de la época, su predominio duró hasta el 1970. Algunos llaman a este período la "no búsqueda" ya que se enfatizaba que, por encima de las disquisiciones históricas, lo más importante era la figura misma de Jesús.

Simultáneamente se le llama "la nueva búsqueda," ya que algunos optaron por no seguir la línea mitológica (que aún otros continuaban persiguiendo) ni la existencial, y optaron por conectar históricamente con Jesús. Podríamos decir que comienza en el año 1953 con una importante ponencia presentada por Ernst Käseman, discípulo de Rudolph Bultmann. Para unos, esto fue una nueva oportunidad para conectar al "Jesús de la fe" con el "Jesús de la historia" (Wolfhart Pannenberg y Jürgen Moltmann, entre otros).

Tercera búsqueda. En ésta "búsqueda" la discusión se desconecta casi completamente del ámbito eclesiástico y se mueve al mundo académico y mediático. Probablemente la característica principal de esta tercera etapa que se desarrolló en la parte final del Siglo XX, lo es la consideración del carácter judío de Jesús como un elemento indispensable para entenderle.

A ésta "tercera búsqueda" se dedica un gran grupo de eruditos bíblicos, tanto conservadores como liberales. La literatura producida por ellos es abundantísima. Simultáneamente, otro grupo aparte de éste retoma las posturas de Strauss y de Bultmann. Este grupo es muy particular en su composición, ideas, metodología y, por supuesto, resultados. Se han hecho llamar el “Seminario de Jesús.”

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