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lunes, 13 de septiembre de 2010

El "Seminario de Jesús"

Un Jesús a la carta. Eso es lo que parecen ofrecer los escritores populares de hoy.
Se han hecho famosas las historias, "biografías" y novelas históricas de Jesús, al estilo de la afamada serie del escritor español J. J. Benítez, "Caballo de Troya". Aunque no existe coincidencia exacta en el retrato que los autores de estas obras hacen de Jesús de Nazaret, sí existe un denominador común: Todos se apartan del Jesús "tradicional", legado de la religión cristiana.

Aunque a veces más que retratos parecen caricaturas, estas nuevas visiones del Galileo pretenden librarnos de la "visión distorsionada" de la Iglesia. ¿Nos hacen un favor o nos engañan? ¿Es posible distinguir entres los dos "Jesús"? ¿Corresponde el fundador del Cristianismo a uno de estos dos perfiles?

En este artículo, el segundo de cuatro, el autor nos acerca a las evidencias y a los procedimientos que nos pueden aclarar tan importante dilema. Sin entrar en disquisiciones teológicas o en complicados argumentos, este artículo nos ayuda a considerar las bases históricas sobre Jesús y nos facilita el entendimiento necesario para decidir sobre Aquél que dijo de sí mismo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida...


El Seminario de Jesús

Resultados del "Seminario de Jesús"


Introducción
Se ha denominado de esta manera a un grupo de estudiosos cuyo fin era identificar, de entre los escritos de los Evangelios, la información fidedignamente histórica que se remonta a la persona real (histórica) de Jesús, el hombre de Galilea. Este grupo fue fundado por Robert Funk en el 1985 y desde su inicio éste lo ha dirigido junto a John Dominic Crossan.

Como examinamos en el artículo anterior (Las tres "búsquedas del Jesús histórico"), el trabajo de este grupo continúa la línea que,
a priori, descarta la fiabilidad histórica de la narrativa de los Evangelios. Debemos contrastarle con otro grupo de eruditos que, aunque no necesariamente conservadores en sus posturas teológicas, ha reafirmado la historicidad de la figura de Jesús tal y como lo presentan los Evangelios. Ambos grupos son parte del movimiento de finales del siglo XX conocido como la "tercera búsqueda" del Jesús histórico.


El Seminario de Jesús

El trabajo del "Seminario" se desarrolló en su primera etapa entre los años 1985 al 1993. Consiste de un grupo de 74 estudiosos elegidos por los propios (y primeros) miembros. Son pocos los que de este grupo son parte de la elite académica del mundo teológico que actualmente estudia la figura de Jesús. Más aún, la inclinación de estas personas corresponde de manera marcadamente desproporcionada (¡por no decir exclusiva!) al sector liberal de la teología moderna, excluyendo a los conservadores.

¿Cuáles son sus premisas? Aunque por momentos pretenden negarlo, los componentes de este grupo parten de una premisa anti-sobrenaturalista. Niegan el elemento milagroso de los Evangelios porque no creen en lo sobrenatural. Es imposible, dicen, que los milagros registrados en los Evangelios fueran realizados por Jesús. De manera particular, y muy importante, dicen que el relato de la resurrección de Jesús no corresponde con la realidad histórica. Por ejemplo, J.D. Crossan, co-fundador del "Seminario" escribió así:

"Yo presumo que Jesús no le sanó y que tampoco podía sanar ésta ni ninguna otra enfermedad, curó la enfermedad de ese pobre hombre rehusándose a aceptar la suciedad ritual y el ostracismo social asociado a la enfermedad.

Yo entiendo, por lo tanto, la historia de Lázaro como un proceso encarnado en un evento y no al revés. Yo no creo que persona alguna, en cualquier lugar, vuelve los muertos a la vida." (1)


Es importante enfatizar que no es que los miembros del SJ llegaran a esa conclusión por sus estudios. Más bien partieron de una premisa anti-sobrenaturalista. Dicho de otra manera, como los milagros NO son posibles a priori (dicen ellos), había que buscar una explicación racional (natural, materialista) a las narraciones milagrosas de los Evangelios .

¿Y cómo explican ellos el elemento sobrenatural de los Evangelios? De forma sencilla, nos dicen. Los seguidores de Jesús, en las décadas posteriores a su muerte, llegaron a verle como un ser especial. Creían que la presencia de Jesús continuaba con ellos de manera espiritual, de modo que crearon estas historias (que constituyen una buena parte de los Evangelios) sin tener un fundamento real o histórico, aunque sí correspondían con lo que ellos habían llegado a creer sobre Jesús luego de su muerte.

¿Crearon mentiras, entonces? No es así como lo expresa el Seminario. Más bien usaron recursos literarios para representar "verdades supra-históricas" en un lenguaje humano inteligible.

Con respecto a la resurrección de Jesús, el mismo autor comenta en otro de sus libros:

"Yo no encuentro cosa histórica alguna en el hallazgo de la tumba vacía, que muy probablemente fue creada por el mismo [evangelista] Marcos... Las apariciones de la resurrección no son eventos históricos... Una tumba vacía o un cuerpo resucitado susceptible a la comida y al tacto eran formas dramáticas de experimentar aquella fe." (2)


¿Cuál es la metodología del SJ?
Fundamentados en sus presuposiciones, y ayudados por sus peculiares métodos, procedieron a estudiar los dichos atribuidos a Jesús en los Evangelios canónicos (Mateo, Marcos, Lucas Juan) y en el Evangelio apócrifo de Tomás.

Evangelios a la carta. Los miembros del Seminario no creen que los Evangelios, tal y como los tenemos, corresponden a la existencia original e histórica de Jesús. En su opinión, tan sólo una parte de ellos lo son. En base a criterios por ellos establecidos, sus miembros votaron (usando canicas de colores) sobre los dichos de Jesús en los Evangelios. De esta manera decidieron cuales fueron o no en verdad pronunciados por Jesús. A través de este procedimiento codificaron con colores el texto de los Evangelios, cada color representando un determinado grado de probabilidad de autenticidad. De acuerdo a sus deliberaciones el Seminario estimó que sólo el 18% de los dichos atribuidos a Jesús corresponde en realidad a lo que él dijo.

Otras fuentes. Los miembros del grupo ignoraron las Cartas Apostólicas, aún cuando algunas de éstas fueron escritas antes que los Evangelios. También hicieron caso omiso a la contribución de algunas fuentes extra-bíblicas sobre Jesús.

Sin embargo, algunos prominentes miembros del Seminario han dado una credibilidad exagerada a los Evangelios Apócrifos. Estos son reconocidos por el consenso de los eruditos bíblicos (creyentes y no-creyentes por igual; liberales y conservadores por igual) como NO auténticos. Este es el caso del Evangelio de Tomás y del Evangelio de Pedro, documentos NO reconocidos como auténticos por no ser suficientemente antiguos y por no contar con la evidencia documental necesaria. A pesar de esto los autores del SJ les otorgan de una mayor credibilidad que a los Evangelios canónicos en contra del consenso de los expertos en su campo.

Igual comportamiento exhibe el SJ en lo que se refiere al estudio de las condiciones socio-culturales de Palestina en los tiempos de Jesús. El peso que dan a esta información, como bien se observa en las obras del autor referido en el párrafo anterior, fuerza la interpretación del texto bíblico innecesariamente.




Resultados del "Seminario de Jesús"

El primer resultado de su estudio como grupo fue el libro "Los cinco evangelios" publicado en 1993. En él tradujeron los cuatro Evangelios canónicos (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) junto al Evangelio Apócrifo de Tomás. Los dichos de Jesús aparecen en este libro codificados por colores de acuerdo a la posibilidad de que en verdad Jesús hubiera sido el autor de esas palabras, en base a los resultados de la votación de los miembros del Seminario.

Presento otros ejemplos tomados de participantes del Seminario de Jesús.

En el libro Who Killed Jesus? (¿Quién mató a Jesús?) de J. D. Crossan, su autor propone una re-lectura de los orígenes de la narración de la pasión y muerte de Jesucristo. En esencia el autor propone que existió una corriente anti-semítica en el trabajo editorial de los evangelios canónicos. La fuerza de este trabajo, según él, lo es lo que él llama "profecía historisada" (o hecha historia). Lo que significa que textos del Antiguo Testamento fueron identificados como relacionados proféticamente al Mesías y sobre ellos se construyó una historia de la pasión, muerte y resurrección del Señor.

Marcus Borg, otro de los paladines del SJ dice lo siguiente sobre el significado de la muerte de Jesús ("The Meaning of Jesus"; El significado de Jesús, pp. 80-81):

"Pero yo soy escéptico de que podamos trazar un significado salvífico de su muerte al mismo Jesús. Más bien, yo creo que fue la comunidad cristiana temprana que primero la interpretó así. De hecho, existe más de una interpretación de su muerte en el Nuevo Testamento... Yo las veo como poderosas y verdaderas metáforas post-resurrección para expresar el significado de la muerte y resurrección de Jesús."

En "The Essential Jesus" (El Jesús esencial) otra obra de J. D. Crossan, leemos:

"Jesús perdió la fe en Dios como 'el Apocalíptico' ". (p. 47)

"Jesús era analfabeta." (p. 147)

Quizás no debería sorprendernos, pero el resultado de este estudio por parte del autodenominado “Seminario de Jesús,” es un Jesús “diferente”. A esto dedicamos nuestra atención en el próximo artículo


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© Dr. José R. Martínez Villamil
Febrero 2001. Barcelona
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