"Ser inmoral es gastar dinero en aburrirse, ser moral es aburrirse gratis"



sábado, 11 de septiembre de 2010

Discípulos




Llegando a lo que los cristianos conocen como Semana Santa o Pascuas, y que este año coincide con el Pesaj Hebreo, te saludo con mi mayor respeto y amor, siempre y como seguirá siendo, dándote gracias por estar aquí una vez más, compartiendo mis días a través del portal espiritual.

Cuando uno piensa en la palabra MAESTRO, inmediatamente aparece pegada a ella o asociada, otra palabra que es DISCÍPULO. La existencia de uno poco sentido tiene sin la del otro. Ambos componen una relación, una "aparente" sociedad de dos, creada para alcanzar el UNO. Pongo aparente porque parecen dos entidades individuales separadas, y en verdad no lo son. ¿Por qué? A ti te dejo la respuesta a este primer interrogante en el foro.

Cuando recordamos por estas fechas a seres como Jesús, cuya obra culminante fue realizada según la tradición para esta altura del año (disiento con ella en cuanto a la fecha, pero realmente carece de importancia), pensamos en el atributo con que se relacionó con el semejante, desde la óptica del semejante: MAESTRO.

En verdad ( y esto es mi sentir según me fue revelado, más allá de las coincidencias con algún historiador), aún Jesús tuvo su maestro en esta Tierra, y éste era Juan el bautista. Por lo tanto, el Señor Jesucristo, hijo de Dios, también contuvo en sí el rol opuesto y complementario de esa dualidad aparente: fue DISCÍPULO.

Y uno, desde su pequeña e imperfecta humanidad, se dice: si seres de la talla de Cristo tuvieron su maestro, ¿qué me queda a mí?. Porque es cierto también que algunos de nosotros no creen en la necesidad del maestro externo. Generalmente, y lo hemos visto en el foro, me citan como ejemplo al Buda, que no necesitó (según estas personas creen) de maestro externo alguno, sino que buscó su maestro interior. Les diré algo: el aspirante espiritual tiene dos grandes senda o ramas para encontrar la Verdad, y son ellas AUTOINDAGACIÓN ó SUMISIÓN. La primera, en estado puro, fue la practicada por el Buda. Por supuesto, y no quiero engañarme yo ni que la mayoría de nosotros lo haga, distamos mucho de este encarnación de la inteligencia divina. La segunda es la que practica un discípulo respecto a un maestro. Pero la palabra está mal vista, pues los simpatizantes de la autoindagación., no conformes con seguir tranquilamente su camino, en general tratan de imponerlo como camino único, y de más está decir que eso está mal y no es así. La sumisión está relacionada con una palabra magnífica, llamada ENTREGA y con otra igual de maravillosa, llamada FE. La persona que transita la sumisión, realiza un acto de fe en su propia vida, y de entrega respecto al maestro.

El maestro del Paramahansa Yogananda es Sri Yukteswar (encontrarás las fotos de ambos en la galería), pero no se trató sólo de que Yogananda como discípulo se sometió a su maestro, sino que inevitablemente, debe darse en el discípulo el proceso de autoindagación. El maestro "exterior" tiene una forma interior. En mi caso, mi maestro exterior es Lakshahara y su forma interior es Johanán, pero más allá del maestro en sus formas (que son muchos más que dos) está mi propia senda de autoindagación. Algunos cometen el gravísimo error de creer que tener un maestro, anula al discípulo. En realidad, uno sin el otro, no tienen sentido. Como dije antes, son DOS en por del UNO.

Ahora bien, cuando comencé esta reflexión, me apareció la imagen de un discípulo de Jesús muy particular: Judas Iscariote. Este discípulo ha quedado en la historia como quien traicionó a Jesús, o aquel a quien se le "metió el diablo" y vendió a Jesús por 30 monedas de plata. Ahora bien, yo creo que alguien que fue elegido por el maestro para que sea su discípulo, inevitablemente absorbió parte de sus enseñanzas. Una vez conversaba yo con Lakshahara sobre Judas Iscariote, y le planteaba otra versión, diciéndole: tal vez Judas quería que Jesús se mostrase de una vez por todas como lo que era, y como el maestro jamás se enfrentaría voluntariamente al Sanedrín ( los sumos sacerdotes judíos) para mostrar quien era, Judas tuvo la idea o impulso de arreglar este encuentro. Lo que quizá Judas no midió era que Jesús era una amenaza para el poder del sanedrín, y aún mismo para Roma, por lo que ambas partes se unieron para destruirlo. Pero no creo yo que la intención del discípulo Judas era que maten a su maestro. Creo que Judas quiso que el maestro resplandeciese ante el mundo, y que todo lo recibido por él como discípulo sea para todos los seres. Por supuesto que al maestro no le eran desconocidas estas cosas, pero aún así, sabía cual iba a ser el desenlace. El discípulo ve al maestro, y el maestro ve a ambos. Uno tiene un punto de vista, el otro tiene la vista en sí.

Pero más allá de este hecho de Judas, coincidente con estas fechas de Pascuas, el hablar de palabras como discípulos o maestros, es algo que suele ser muy perjudicial para el ego. Lakshahara se llama a lo sumo instructor a sí mismo, y yo reniego del atributo discípulo en mí. No lo quiero para mi ego. Me sigue agradando más ver a los DOS en pro del UNO.

También quiero aprovechar para reinvindicar la figura de María de Mágdalo, a quien considero no sólo discípula de Jesús, sino también esposa espiritual de Él. Algunos tomarán como blasfemia lo que digo, pero es innegable que no sólo en los 4 evangelios conocidos es la única mujer que aparece siempre junto al maestro, sino que en los apócrifos directamente se habla de ella como su esposa. Más allá de esto, en las revelaciones de Johanán, recuerdo haber preguntado a este ser por esos tiempo, y me confirmó que María de Mágdalo era esposa de Jesús. Y por qué hago hincapié en este punto? Porque es muy interesante esto del matrimonio espiritual. Es una unión entre dos en pro de uno. Quiero decir con esto que aún entre un maestro masculino y su discípulo, se da esta especie de "matrimonio" en el sentido de la unión, la fidelidad, la lealtad y por sobre todo el amor aún más allá de la muerte. Por eso es muy común que un budista o de rama similar, reniegue de la relación discípulo-maestro, porque lo lleva inmediatamente al AMOR, y ellos creen solo en el intelecto. por supuesto, estos seres que se dicen a sí mismos seguidores de Buda, no han entendido en lo más mínimo su camino a la iluminación. El Buda utilizó al máximo el discernimiento, pero la iluminación no es otra cosa que entrar al verdadero reino del Amor Divino. Y mal que le pese a quienes intentan dividir a los hombres según las religiones, Jesús hizo lo mismo, pero bajo la senda del sometimiento. Primero a Juan, su maestro, y luego y extremadamente, a LA VOLUNTAD DE SU PADRE, el mismo DIOS. Y ¿alguno de vosotros pensaría por ventura que Jesús era un ser que había quedado anulado? Espero por vuestro buen discernimiento que no.

Hermanos amadísimos: me despido de todos ustedes abrazándolos en el amor de nuestra relación, esperando que utilicen este tiempo para meditar y reflexionar, y como una especie de retiro espiritual. Dejo a vosotros la tarea de buscar respuestas en el foro, sobre este tema que hemos hablado en cuanto al discípulo y al maestro. Será muy interesante. Que el amor los ilumine y acompañe en la senda del buen discernimiento hasta alcanzar la Luz. Sed felices, sed en Paz, sed en el Amor

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